El proyecto que proponemos tiene dos caras bien diferenciadas, la primera da al exterior de la parcela, está en contacto con la ciudad y se abre a ella de forma estable y contundente. La segunda se centra en el contacto con el interior, con el parque y los jardines, es más débil en su aspecto, más amable y lee la vegetación y trabaja con ella. Por tanto, frente a la aparente uniformidad del edificio, el proyecto es sensible al lugar y a sus características, a las personas que disfrutarán de las viviendas y a su uso preciso y eficiente. Mientras que los edificios del borde de la parcela tienen un carácter más icónico, los del interior cambian su composición para responder a las vistas, las orientaciones y la posición específica en el lugar.

Son edificios de pocos materiales que se combinan para obtener un resultado diverso. Madera y acero, vidrio de forma limitada y vegetación que constituye un elemento fundamental en los complejos de edificios.

En cuanto a las viviendas, se ha optado por una cierta diversidad tipológica, aceptando las condiciones iniciales del concurso. Así, la existencia de los dúplex se convierte en una espoleta del proyecto, hasta el punto de que la edificación más desfavorable del interior de la parcela se construye con doble dúplex, llevando los jardines a la cubierta del edificio. Los diferentes tipos de vivienda se desarrollan en función de las condiciones de orientación y vistas, buscando las mejores condiciones de habitabilidad dentro de unas condiciones técnicas y materiales de calidad.

El concepto de sostenibilidad que propone nuestro proyecto no es sólo un recurso que se refiere a las condiciones materiales del edificio, sino sobre todo a la forma de vida y a la relación entre las personas, dentro y fuera de las viviendas.

La sociabilidad, la diversidad de modos de vida y el aprovechamiento de los recursos pasivos son los fundamentos de nuestra propuesta, que sabe leer los condicionantes que le proporciona el lugar.

Así, agrupación y colectividad son dos palabras que implícitamente implican espacios de relación con capacidad de modificación y transformación.

El interior de las viviendas se caracteriza por esa vieja cuestión, no del todo resuelta, de la flexibilidad y la adaptabilidad. Las viviendas son, efectivamente y más allá de un planteamiento teórico, lo que los usuarios quieren hacer de ellas, más o menos abiertas, más o menos tecnológicas, pero siempre buenas.